Gén.18:18-19: "...habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra ... Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir sobre Abraham lo que ha hablado acera de él."
Abraham es bendecido porque enseña a sus hijos el camino de Dios.
Núm. 14:30-32: "Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra ... Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis."
Dios promete la tierra a los niños. Ellos pueden ganar la batalla que los adultos perdieron por su falta de fe.
Dios promete la tierra a los niños. Ellos pueden ganar la batalla que los adultos perdieron por su falta de fe.
Mat.11:25-26: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó."
Los niños pueden entender el Evangelio. Este entendimiento no depende de la inteligencia o educación humana, sino de Dios quien les revela la Verdad.
Los niños pueden entender el Evangelio. Este entendimiento no depende de la inteligencia o educación humana, sino de Dios quien les revela la Verdad.
Mat.18:5-6: "Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar."
Jesús se identifica con los niños. El dice que de la manera como tratamos a un niño, así tratamos al Señor mismo.
Jesús se identifica con los niños. El dice que de la manera como tratamos a un niño, así tratamos al Señor mismo.
Marc.10:15: "De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él."
El niño es el ejemplo de cómo hay que recibir el Reino de Dios. De la misma manera sencilla como ellos pueden recibir al Señor, así debemos recibirle nosotros.
El niño es el ejemplo de cómo hay que recibir el Reino de Dios. De la misma manera sencilla como ellos pueden recibir al Señor, así debemos recibirle nosotros.
1 Cor.1:26-29: "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación: que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es (lo que no vale), para deshacer lo que es (lo que vale), a fin de que nadie se jacte en su presencia."
Con frecuencia los niños son considerados débiles, necios, menospreciados... pero Dios los escogió.
Con frecuencia los niños son considerados débiles, necios, menospreciados... pero Dios los escogió.
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